martes, 28 de noviembre de 2006

RESUMEN DE UN LIBRO…

Troubling Women
Feminism, Leadership and Educational Change


INTRODUCCIÓN: ¿NUEVOS LÍDERES PARA NUEVOS Y DESAFIANTES TIEMPOS?

Las mujeres están interesadas en la noción que se tiene de "liderazgo" y la imagen que transmite en las diferentes esferas de la sociedad, que ella representa: en la casa, en la oficina, como madres, como maestras, como hijas. La autora señala a una preocupación en particular relacionada con la presencia de la mujer como líder que demuestra sus habilidades en la industria privada, partiendo de allí para abarcar el contexto escolar. En específico, se encuentra sorprendida por el rechazo que ha visto de la etiqueta propia del "feminismo", pues las prácticas de liderazgo de las mujeres surgen en otro contexto. Pregunta ¿cuáles son los principales soportes que la mujer desearía? ¿Qué ambiciones o deseos buscaría además de la experiencia, del placer de saberse líderes? ¿Cuál es nuestro criterio para definir a manera de juicio como actúa una mujer como líder?
La autora cuenta con amplia experiencia en escuelas en la década de los años setenta, en universidades en las décadas de los años ochenta y noventa, a partir de la cual advierte de los cambios ocurridos en caminos muy diversos y complejos en torno a este tema. El liderazgo no puede ser caracterizado o categorizado solamente de acuerdo a las teorías de la administración. Los años recorridos en instituciones educativas, desde movimientos estudiantiles activistas en busca de reducir la desigualdad social, hasta el propio desempeño frente a grupo; le dan facultad para identificar que una actividad, cuando es placentera –como es el caso que experimentan muchas maestras- desarrolla y fortalece las capacidades de liderazgo en las personas. Su principal experiencia al respecto la vive con su hijo de ocho años de edad, Jesse.
Los cambios políticos, sociales y económicos tan rápidos y radicales de los últimos tiempos en todo el mundo, han producido nuevas agendas teóricas y políticas para las mujeres dedicadas a la educación. Los roles modernos de desempeñarse tanto en la casa, como en un centro de trabajo en el contexto actual, colocan a la mujer en posiciones de liderazgo que en ocasiones implican situaciones encontradas o contradictorias. Este libro abarca la preocupación femenina por el liderazgo en nuestros difíciles tiempos, desde tres aspectos:
1) La participación de la mujer en posiciones de poder y autoridad ha llegado a ser cuestionada en el contexto de la búsqueda de un crecimiento económico, en la cultura de consumidores y productores que requiere de características de agresividad; así mismo en lo demandante que puede resultar al tiempo de esa participación dar atención a la familia, que siempre es una demanda del género masculino.
2) Existe otro problema que señala Butler (p. 3): Ser mujer, y sobre todo líder, en una cultura ideada por el hombre, es ser una fuente de misterios y falta de mesura para los hombres. En particular, las mujeres fuertes son una dificultad y un peligro porque ellas saben dominar a los hombres y tienen técnicas de administración diferentes a las de ellos. Aunque actualmente la participación de la mujer es significativa y su desarrollo profesional en educación alcanza niveles directivos, quizá es conveniente no abordar los temas desde un punto de vista feminista, en vista de que suele ser poco confortable para los hombres.
3) La preocupación es por toda mujer que participa en roles de liderazgo (de manera particular quienes son feministas). Esta inquietud en virtud de que las versiones populistas desde el discurso feminista hablan de la participación de la mujer en el liderazgo, más desde el concepto de ser feminista, que propiamente del concepto de ser femenina.
Liderazgo: ¿la solución o el problema?
Se asume que la capacidad de las mujeres en el liderazgo, su trabajo en educación y a favor de la equidad de género, es tanto actual como desafiante. Primeramente, porque los sistemas educativos occidentales están experimentando cambios radicales, en torno a un mundo globalizado que se rige por los intereses económicos internacionales. Difícilmente se podría hablar de igualdad en oportunidades de desempeño en el liderazgo, a pesar de las reformas curriculares, donde los cambios hacia el reconocimiento de la diversidad, la flexibilidad, la colaboración entre los roles, el consenso; pudieran verse como un punto a favor del género femenino.
En este texto, se entiende al liderazgo más allá de una teoría convencional de la administración. Como una práctica que realizan maestros, directivos y padres en algún aspecto concerniente a la educación de los niños y jóvenes. El liderazgo es practicado en una variedad de formas en el salón de clase. El liderazgo educativo es algo que solamente los buenos maestros evidencian.
Reestructuración educativa, liderazgo y género: consecuencias locales y globales.
Este libro corresponde a una investigación realizada en Australia, durante un periodo de reestructuración radical en el sistema educativo bajo la coalición de trabajo y liberalismo tanto en el gobierno federal como en los niveles estatales en 1987. Esta reestructuración es una respuesta –hoy muy común- a los intereses del mercado mundial, las nuevas tecnologías, y la diversidad cultural. El estudio de alguna manera, a través de la voz de las entrevistadas, hace una comparación histórica para ver cómo ha evolucionado el concepto de liderazgo en las mujeres. En la cultura australiana, pese a las diferencias históricas y culturales, la globalización ha producido sistemas y mercados que atienden a necesidades de países como USA, Canadá. Se verá que existe una tendencia todavía muy arraigada del convencional masculinismo (machismo). La educación hoy se ve como una industria que exige productividad. Los estándares para calificar a maestros y maestras son muy elevados y van en ese orden.
Teoría útil
Teóricamente, el foco acerca de las reformas en políticas de género por maestras ha sido producida, leída y actualizada desde lo macro, desde lo micro, para tratar de explicar la naturaleza compleja de las micropolíticas en las escuelas. Desde la teoría feminista, Jean Anyon define los conceptos desde el diálogo compartido, no en referencia a otras teorías, como se ha señalado, las de administración. Las prácticas discursivas –teoría feminista- fortalecen y encaminan a la acción, luego tienen la capacidad de ser tanto emancipadoras como represivas. Las conclusiones que ofrece el libro obedecen a un estudio de tipo cualitativo.

PARTE I TECNOLOGÍAS DISCIPLINARIAS

1. ROL TRADICIONAL DE GÉNERO EN EL QUEHACER EDUCATIVO

La presencia, la voz y acción de la mujer es más fuerte hoy que en el pasado. Género es el producto y proceso de una serie de tecnologías sociales, que ofrecen campos como la administración y la educación, de discursos institucionalizados, epistemologías y prácticas críticas, así como de prácticas de la vida diaria. Los discursos de liderazgo y administración, han circulado en el ambiente educativo y en su organización, desde los estudiantes hasta los profesionales; tanto el discurso acerca de la masculinidad y la feminidad –en tanto algunos son privilegiados-.
La administración escolar local en Australia durante una época colonial fue caracterizada por un masculinismo patriarcal. La labor educativa estaba en manos de gente de la clase trabajadora como una ocupación independiente, no garantizada o sistematizada por el gobierno. Al ser así, cada maestro y maestra decidía sus formas de enseñanza y de conducción. Con la federación de las colonias australianas en 1901, hubo cambios ideológicos importantes donde ya se veía una nueva economía con el discurso de "capital humano". La educación ofrecía una contribución a los propósitos implicados. La participación del género femenino en educación correspondía a aquellas que fueran solteras, pues una vez casadas tendrían que ocuparse de atender al marido (hegemonía masculina heterosexual).
El liderazgo femenino en educación era entendido en el sistema educativo como la posibilidad de dirigir y administrar sobre sus estudiantes, y nada más. La enseñanza de maestras adquirió cierto status hasta 1970, en relación con salarios relativamente iguales, lo que simbolizó una nueva relación de las mujeres con el Estado. Sin embargo, aún bajo un Estado paternalista regido por la hegemonía masculinista caracterizado por las desigualdades sociales.
La división de género es tanto un tipo de administración como de tecnología de lo social vista por los hombres como "pedagogía de lo femenino". Crece en una administración de lo público y lo educativo, en un liderazgo educativo que a través del discurso refuerza y privilegia la imagen de los hombres. Esta forma de pensar se ha mantenido en las negociaciones, en la administración; es construida en relación a la subordinación de la mujer. Para 1880, surge la estrategia feminista de "iguales pero diferentes", donde la posición de diferencia pretende disminuir esa hegemonía masculinista, hacia una educación liberadora.

2. PODER / CONOCIMIENTO COMO TRABAJO EN LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

La administración educativa ha sido constituida históricamente como un cuerpo interdisciplinario y ecléctico. Hoy surge una administración educativa más como una práctica y disciplina desde lo tecnológico donde se suma la aportación femenina, donde se reconocen las capacidades y particularidades del estilo de liderazgo femenino. Esta postura va logrando credibilidad, legitimidad. A pesar de que al principio la mujer recibió una pseudo-inclusión en la administración pública, hoy se concibe el discurso feminista de igualdad en términos de responsabilidad y ser proactiva. Hoy el feminismo ha buscado nivelarse con el humanismo y, en tiempos postmodernos, en el contexto de la racionalidad, se encuentra con lo emocional.
En la administración para la educación, los estilos de liderazgo de la mujer son menos jerárquicos y más democráticos. Las mujeres, por ejemplo, reducen las brechas, son más unidas cuando se trata de trabajar en equipo, más que los hombres. Es más flexible y sensitiva y, con frecuencia, más exitosa. La mujer se interesa más que el hombre por sus estudiantes, dispone de tiempo para ellos, sus expresiones son más amables y persuasivas, su agenda es más informal y flexible, y no considera la distancia con sus subordinados. Enfatiza el trabajo en equipo, no promueve el individualismo. Este discurso de "estilo de liderazgo femenino" es en primera instancia peligroso, una postura idealizada; sin embargo se refleja en la inquietud de las mujeres participantes. Más bien ahora se enfoca al no sexismo, al trabajo conjunto de los dos sexos. Así se va percibiendo en la burocracia educativa.

3. LA VIDA EN TORNO AL CONCEPTO DE GÉNERO: HACIÉNDOSE EDUCADORAS, FEMINISTAS Y LÍDERES

La mujer ha aparecido en la literatura como musa del hombre, difícilmente como productora, escritora. La tendencia que despierta es permitir espacios de desarrollo –dejar que la mujer exprese todo lo que puede compartir- a través de la educación y la investigación. Encontramos mayor participación femenina, con historias femeninas, desde la perspectiva femenina en los personajes. Se forman líderes para la educación, se considera la generación de maestras en este sentido en la década de los noventa. Como agentes de cambio se considera la capacidad de imaginar, la participación de la conciencia en la educación, la organización de las escuelas. Las mujeres no consideran las cosas en términos de carrera, de ganar, se dejan regir por el impulso y la pasión hasta en sus tareas que requieren aspiraciones o expectativas. Las maestras que conceden prioridad a sus responsabilidades familiares a veces son percibidas como apáticas y desinteresadas. Aún directivas juegan un rol diferente al de los hombres cuando tienen hijos.
Las mujeres a quienes se refiere para llegar a estos descubrimientos, presentan diferencias generacionales. Se observa mayor subordinación por supuesto en generaciones grandes. Las mujeres jóvenes son más agentes activos del cambio y en el discurso de las oportunidades, para una organización escolar más democrática. Actualmente hay un discurso más competido acerca del liderazgo femenino. Son complejos y contradictorios, producto de viejos y nuevos tiempos, siempre basando en lo que puede hacer una mujer extraordinaria mientras a la par existe un hombre ya ordinario. Surge el talento femenino en el liderazgo, que se ejerce no solamente a través del discurso, también de la acción en la administración escolar, cerrando brechas y fortaleciendo el trabajo colaborativo, con sus correspondientes atributos. Que una mujer aspire a puestos directivos le sigue colocando en posiciones muy difíciles, de exigencia, en el sentido de que el hombre tiende a verla como de valor solo por su apariencia. Ella se preocupa, más que por ser feminista, por ser femenina, y en todo lo que implica ser humano, como administrar y dirigir con éxito.

PARTE II. VOCES QUEBRANTADAS

4. POLÍTICAS DE EQUIDAD DE GÉNERO EN LOS AÑOS NOVENTA: ¿UN MOMENTO DE SEPARACIÓN?

En Australia, las mujeres se encuentran incidiendo en las políticas públicas, en lo relacionado con la equidad de oportunidades (EO) y la equidad de oportunidades de empleo (EEO) para las mujeres. Temas acerca de los cuales trata esta segunda parte, así como de las repercusiones sociales que se generan a partir de estos cambios. Considerando que la globalización económica y cultural va apuntalando las relaciones de género y los procesos del cambio, se acepta que la mujer puede ser llamada para la administración, con sus propios estilos, puede verse dicha participación como aceptable. La reestructuración educativa global también es considerada en la productividad nacional, vinculando la educación con la economía. La justicia social y la equidad de género son cambios mercadotécnicos en la reforma de políticas educativas en muchos de los países occidentales. Ha llegado a ser así en Australia.
Perspectiva internacional sobre políticas de equidad de género
En relación con la perspectiva internacional para las políticas de equidad de género, se puede decir que muchos países se encuentran legislando a favor, trátese de la discriminación que se trate, con tendencia a la política de la tolerancia y no discriminación principalmente de mujeres en grupos indígenas. Se hace un recuento a manera de panorama general de las políticas en Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá, donde se sientan los precedentes. En lo que respecta a Australia, existe un enfoque feminista tendiente a la igualdad entre los géneros, no solamente en las políticas públicas, sino como corriente de pensamiento con criterios muy claros que permea planes de estudio y formas de organización. Esta sería básicamente la principal diferencia entre América y Australia. Existe la tradición de que el Estado intervenga a favor de los derechos de mujeres y niños.
La reestructuración educativa en los 90’s con bases en políticas de equidad de género, aborda áreas tan vitales como el currículum, el rendimiento, la redefinición de roles, la evaluación en primaria y secundaria. En el programa del Victorian Departament of School Education se considera como áreas de crecimiento para la misma organización, el que la mujer participe en puestos directivos y de liderazgo, puesto que se muestra más comprometida y noblemente interesada. Se ha cambiado una cultura masculinista por una de igualdad de género, incluso pasando por lo feminista. Esta diversidad como una fuente de riqueza para las personas que se forman. Las políticas que se han generado en educación son Equidad de Oportunidades (EO), y Equidad de Oportunidades de Empleo (EEO), que en la práctica siguen mostrando ambigüedades y actitudes no favorables correspondientes a roles tradicionales. Sin embargo, se va generando el cambio.

5. TRABAJANDO DENTRO DE UN SISTEMA, NO PARA SÍ MISMA

Las mujeres líderes trabajan en un mundo burocrático dominado por los hombres. Que incidan en puestos de autoridad por mucho tiempo no fue bien visto. Una postura distinta ha sido propuesta por el Ministro de Educación de Victoria. De las entrevistadas tanto en el set de mujeres mayores como en el set de mujeres jóvenes, se percibe la tendencia de reconocer las cualidades femeninas como oportunidades de liderazgo en educación, a pesar de las condiciones políticas que dirijan el sistema. Reflexionan sobre su propia experiencia, y reconocen que las políticas frecuente y tristemente se topan con la burocracia.
Existen prácticas de trabajo y políticas de sexualidad diferenciada en la cotidianidad en las organizaciones. Se observa desde el mismo lenguaje que se utiliza, puede ser el mismo idioma, sin embargo diferentes formas de entender la vida de acuerdo a la perspectiva por ser mujer o por ser hombre. Generalmente se crean tensiones, situación que incluye las organizaciones educativas. De manera que mantenerse en silencio o dar a conocer los pensamientos se ha traducido como un uso estratégico entre hombres y mujeres, es la política del discurso.
Las mujeres en las organizaciones entienden las políticas como procesos y acciones, donde se involucra el diálogo, el cambio, respeto por las diferencias, caminos complejos de codificación y decodificación. Las mujeres dedicadas a la educación, van aprendiendo –formando cultura- cuándo intervenir, interrumpir o redefinir. Construyen una estrategia por hoy inusual basada en beneficios mutuos y cruce de diálogos con la base de la diferencia. Las mujeres y el programa de liderazgo, argumentan a favor de la autoridad femenina, no buscando pelea con el hombre, quienes a veces se reconocen genuinos feministas. Esta visión devuelve el sentido y el poder de la democracia.

6. REACCIONES DEL PAPEL FEMINISTA EN EL MASCULINISMO

Existe una resistencia activa por parte de los hombres, quienes siguen considerando que las organizaciones deben mostrar prudencia. Señalan que a las mujeres les falta seguridad y autoestima. Luchan por políticas conservacionistas. Raras excepciones se muestran abiertos al feminismo. Esta postura a programas estratégicos como el que fue objeto de este estudio. Muchas mujeres todavía identifican características de un sistema de vida con el poder centrado en los hombres. Sin embargo, también reconocen que ellas han empezado a ser una clase diferente y superior reconocida en el ámbito de las organizaciones. Existen clubes de hombres donde resuelven los asuntos de oficina, hegemonía muy fuerte en estos grupos, donde la mujer queda fuera.
Las mujeres dedican una ardua labor de sensibilización para erradicar estas formas tan arraigadas que muestran el masculinismo ignorante de lo femenino. La cultura masculinista ofrece en las organizaciones el mismo trato discriminatorio a mujeres como a homosexuales. En voz de las mujeres, expresan la necesidad de concebir la igualdad, la equidad, como la condición de que no existe uno por encima del otro en capacidades y oportunidades. Gran parte del discurso hoy habla de la crisis del masculinismo, pues el rol de las madres, de las maestras, va cambiando hacia la equidad desde su propia voz.
Por otro lado, la estrategia de masculinidad que acompaña al programa de equidad de género en educación, encuentra su principal diferencia con el masculinismo, en cambiar los roles que tradicionalmente se atribuyen al hombre: fuerza, no llorar en público. Reconocen en las mujeres un liderazgo distinto con estilo propio. Existe ya una temprana tendencia hacia modificar los roles hacia la igualdad, que no hace perder la masculinidad, y convierte tanto a hombres como a mujeres en líderes exitosos.

PARTE III. NEGOCIO AVENTURADO

7. HACIENDO DE LA ADMINISTRACIÓN UN TRABAJO EMOCIONAL: GÉNERO Y ESCUELAS

La década pasada ha sido marcada por la reestructuración del quehacer educativo en muchas naciones industrializadas. La administración, la enseñanza y el aprendizaje han sido focos de cambio radical en orden de encontrar las demandas de la sociedad postmoderna. El liderazgo en estas naciones postmodernas comprende la diversidad y la autonomía. Las llamadas escuelas del futuro (Schools of the Future: SOFT) en Victoria, han producido cambios significativos en las organizaciones educativas, desde su sistema, con mayores formas de participación mediante la descentralización administrativa, presentes en el discurso de reforma desde los ochentas: participación, comunidad, participación de los padres de familia, reorganización escolar, currículum. Estas escuelas representan un cambio fundamental en las relaciones estado-individuo-comunidad en materia de educación.
Una paradoja, sin embargo, es la falta de regulación en los procesos administrativos, así como que no se han logrado procesos democráticos para el buen uso del poder. La tan ansiada innovación produce una competencia exagerada y poco ética entre director y maestros. Otra paradoja es que se busque y ponga tanto énfasis en la calidad educativa mientras que no se cuida la imagen que se está proyectando al exterior. En algunas escuelas, a pesar del discurso donde se presenta la diversidad cultural como factor crucial, se sigue dando mayor énfasis a aspectos como el buen vestir o una calificación alta para decir que una escuela es de calidad.
Hillcrest Secondary Collage: un caso de estudio de auto-administración
Es una escuela secundaria rural donde el liderazgo estaba asociado con la forma tradicional de masculinismo hegemónico, lo cual provocaba mucha inseguridad en las maestras. Se incorporó a partir de los años ochenta una reforma del discurso hacia lo multicultural y el feminismo que atrajo la atención de la planta docente. Se tomó en cuenta la opinión de todos para construir la misión de la escuela. Los maestros y las maestras tienen todo el derecho de saber la razón de los cambios, las innovaciones que involucran el desempeño y el desarrollo de todos. La responsable –la primer directora mujer- comentó que se puede ser un buen administrador pero no necesariamente un buen líder. En una buena escuela se tiene que ser ambos. Los líderes son gente que interactúa con otros, se comunica con ellos, les muestra interés, acepta su cultura, filosofía y visión de la vida. Un administrador no necesariamente tiene esos atributos.
Ella logró que sus maestros y maestras comprendieran la importancia de estos aspectos, así como de convivir con sus alumnos e involucrarse con ellos responsablemente, escucharlos y hablarles, así también padres y compañeros maestros. Sus allegados están convencidos de que ella predica con el ejemplo y muestra qué es un liderazgo efectivo en educación. No obstante contender con el viejo paradigma es una lucha constante.
Administración de las emociones y administración del cambio
Este es otro de los dilemas que afronta el tema del liderazgo, puesto que el manejo de las emociones son un punto central que –de acuerdo a algunos autores- permite o no que exista un buen liderazgo. Las emociones son la clave para entender a las maestras que buscan ser líderes, porque implica pasión. Las organizaciones exitosas conjuntan emoción, psicología e intelecto. Un manejo negativo de las emociones restaría fuerza al rendimiento de una mujer líder, ha de aprender a mantener cada emoción en su lugar. Este es uno de los principales cambios que puede lograr, principalmente una mujer que llega a puestos directivos, pues aprende a vivir con fuerza aunque también con vulnerabilidad.
El liderazgo femenino, como un estilo de administración en la escuela, tienen sus desafíos muy fuertes, aparte de los mencionados anteriormente, se encuentra la falta de coherencia de sus ideales con la parte administrativa de la institución escolar, que siempre se ve influenciada por otros intereses en los casos observados. Esto muestra un área de oportunidad para el desempeño de mujeres líderes en áreas de administración escolar.

8. AUTORIDAD INCORPORADA: EL DISCIPLINADO Y QUEBRANTADOR ORGANISMO DE MUJERES PODEROSAS

La apariencia femenina sigue siendo un dilema que bien puede verse como fuente de poder en una mujer líder, como una expectación para los hombres que no pase de ser una atracción. Se torna peligrosa y agresiva en el contexto del liderazgo, lo que no pasa con las armas masculinas, que son invisibles. De acuerdo con Marshall (p.171) la utilización de herramientas sexuales y partes del cuerpo son una tecnología de control, con la que muchas mujeres se integran muy bien a la vida organizacional, incluso como líderes. Dan cuenta muchas líderes de la forma en que su atuendo, el color de su cabello y labios, ha sido un símbolo de poder o fortaleza.
En las escuelas, la autoridad está asociada con el masculinismo y la disciplina estudiantil. El masculinismo, como el racismo comunica violencia entre los estudiantes. En los casos observados se ha visto un cambio radical en la conducta y en el ambiente escolar cuando una mujer llega como directora. Promueve la disciplina, no obstante se mantiene cerca de las armas paradójicamente letales y amables que le da su físico para promover el cambio de manera responsable.

Los casos estudiados ilustran cómo las iniciativas de prácticas para el desarrollo del liderazgo en las escuelas son significativas con la participación tanto de hombres como de mujeres, y existen siempre en el contexto de prácticas culturales y discursivas. Generalmente es muy clara la diferencia entre el liderazgo y el poder ejercido por mujeres y el ejercido por los hombres en la inestabilidad del masculinismo, que se encuentra tambaleante.

9. TRATANDO CON LA DIFERENCIA

Las investigaciones feministas por supuesto enfatizan los aspectos positivos de las experiencias de las mujeres en el liderazgo y el constante éxito que han obtenido en la idealización del trabajo femenino como líderes. En el contexto australiano, el discurso feminista sobre liderazgo continúa para eliminar las diferencias culturales, de clase y de raza, así como de género, en la construcción de "ser líder por mi propia iniciativa".
El foco es la equidad entre los géneros. Las mujeres en el liderazgo educativo ejemplifican las experiencias contradictorias de logro y discriminación. Mientras muchas de las mujeres entrevistadas en esta investigación no se consideran feministas, sí lo muestran en el discurso al referirse al estilo de liderazgo femenino, en la búsqueda de una transformación de la cultura de hombres. Muchas mujeres rechazan el término feminista por considerarlo una política sin sentido.
La búsqueda de la Equidad de Oportunidades (EO) y la Equidad de Oportunidades de Empleo (EEO) en Australia sigue causando conflictos ideológicos, sin embargo ha favorecido las oportunidades de desarrollo de las mujeres dedicadas a la educación. Directoras comparten su experiencia y explican las razones por las cuales consideran que el trabajo debe ser conjunto entre hombres y mujeres, respetando las características de ambos géneros. Así mismo la mujer líder se muestra con gran fortaleza para aceptar cuando sus subordinados saben más, aprende de ellos y facilita su desempeño.
El género no es el único factor determinante de las condiciones de vida de las personas. Existen múltiples factores que entran en conflicto y producen diversos efectos. Las posiciones de poder pueden ser fuente de conflicto sin importar el género. Algunas entrevistadas muestran experiencias donde propias mujeres las han discriminado –a veces por racismo, otras por condición socioeconómica-, y atribuyen dichas acciones a la concienciación en proceso de qué significa equidad. Una líder se convierte en autoridad, lo que hace repercute doblemente sobre las demás personas, sean hombres o mujeres. Se requiere que la mujer se forme fuerte, algunos autores dicen: agresivas, asertivas; sin que esto signifique que abandonen a su esposo, sean estigmatizadas o tratadas como poco femeninas.
Las políticas de educación para reducir las tendencias a diferenciar entre géneros, van arriba de las tradicionales. La diversidad en el liderazgo produce diferencias y no se encuentra inerte en el discurso. Global y localmente la mujer juega un papel importante en estas diferenciaciones.

REFLEXIÓN PERSONAL:

Aun cuando esta investigación fue realizada en un contexto australiano como estudio cualitativo, se pueden observar tendencias y características que se pueden generalizar a otros contextos como el nuestro. Las políticas que mantienen al hombre como centro de acción van siendo reemplazadas por aquellas en las que se busca la igualdad y el apoyo mutuo entre los géneros. Los sistemas educativos no son la excepción en la experimentación de estos cambios, como lo muestran los resultados de las experiencias y casos recogidos en este proyecto. Así mismo conviene recordar que la mujer, quizá en su calidad de madre, ha sido aceptada socialmente en primer lugar para ocuparse de la educación, formándose como maestra. Hoy desde la teoría se le puede reconocer como administradora y líder.
La administración escolar muestra un tipo de liderazgo bastante bien definido en el caso de las mujeres, caracterizado por habilidades de sensibilidad, comprensión e interés sincero por las personas; menor número de conflictos. En este estudio se ha comentado primeramente cómo ha evolucionado la concepción de igualdad de género y cómo ello determina las nuevas oportunidades de ser líder que tienen las mujeres. Ha existido siempre, solamente que, como decía en el párrafo anterior, hoy se reconoce desde las corrientes de pensamiento que apuntalan a un mundo globalizado.
Concuerdo con la autora, cuando concluye que las mujeres en la administración educativa, tienen ante sí la posibilidad de enmarcar el tema de liderazgo femenino más allá de la simple cuestión de ejercerlo. Tienen que incidir en campos más amplios del debate educativo para notar que el liderazgo femenino en educación impacta socialmente: reforma educativa, desigualdad social, cuestiones de justicia social.
Muchos de los descubrimientos a través de los casos de las mujeres entrevistadas, confirman reflexiones realizadas durante el Módulo "Administración y Liderazgo". Por ejemplo, se concluye que un buen administrador no necesariamente es un buen líder, y el ambiente educativo exige de la presencia de ambos en un director, pues se trata de formar seres humanos que pueden ser líderes. Es importante la interacción, la comunicación, la empatía.
También hemos hablado de que el buen liderazgo es altamente emocional, que considera el manejo y expresión de las emociones como punto central. El buen líder no inhibe estas características en sus subordinados, sino que las toma en cuenta para ejercer su autoridad y tener buenos resultados con lo que pretende. Así mismo hemos dicho que ser líder implica pasión. Estas afirmaciones quedaron comprobadas con la propia voz de las mujeres que desempeñan cargos directivos en escuelas de un sector australiano.
Un aspecto más que coincide con lo reflexionado en el Módulo "Administración y Liderazgo", de acuerdo con Hackman (2004), quien señala a la apariencia física (p.156), es el tipo de poder que se ejerce a través de la apariencia física, del sexo, partes del cuerpo o posturas corporales; que funciona muy bien al género femenino. Si es bien utilizado, en orden de una misión institucional, es altamente efectivo. También hace referencia a la importancia de tomar en cuenta la diversidad cultural, no como factor de discriminación, sino para cerrar brecha entre diferencias (Ídem, p. 282); lo cual ha sido constatado por las inquietudes expresas de las mujeres entrevistadas.

Bibliografía

Hackman, M.; Johnson, Craig (2004) Leadership. A Communication Perspective. Waveland Press, Inc. Long Grove, Illinois.
Blackmore, Jill (1999) Troubling Women. Feminism, Leadership and Educational Change. Open University Press. Buckingham – Philadelphia.

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